Nada es lo que parece, pero si lo apuras, aparece.


Ahora comprendía que lo más innecesario del mundo, era preocuparse por hacer las cosas bien. Todo el mundo fingía, todo el maldito mundo se chutaba una especie de alucinógeno que los hacía delirar y caer en una espiral de luces, de la cual, no podían escapar. Y, ¿por qué no podían escapar?; Muy sencillo, eran adictos a la mentira. Les encantaba comprar gramos de felicidad ficticia, para dejar de sentirse como mierdas en una vida sin sentido, llenas de direcciones, sin ninguna manera de saber cual era el camino correcto. Por eso, lo más fácil era escoger la vía rápida, chutarse la felicidad combinada con el "cariño" con 5 gramos de falsedad. Todo ello, daba a una persona perfectamente normal, en sus cabales podríamos decir, aunque por dentro fuera la víbora o la serpiente más venenosa del lugar... Tú, por supuesto, no la/e percibirías así, al contrario, la/e percibirías como un ser racional dispuesto a dar la camisa por ti si hiciese falta, pero claro, tú también estás drogado. Estás a base de excesiva confianza, mezclada con una malicia insana tratada con una afectividad exigente. Por eso, por mucho que mires a tu alrededor, el jodido mundo que te has creado en tu cabeza no es si no pura mierda, pura mierda que no se puede despachar de un momento a otro, ni siquiera se puede prender fuego, ni tirársela a los cerdos. Por eso, ya estás cansado de tanta mierda, por eso has dejado de preocuparte por lo que haces bien, y has empezado a tocar las narices a los demás como ellos han hecho contigo. Un simple pum, y todo el mundo se iría al garete, y en realidad, ese es el deseo más común de los seres humanos que. por algún motivo, tienen problemas mentales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario