Me quemo.

El problema que hay conmigo es que tengo la necesidad de que mi cariño sea cubierto con más cariño y afecto. De que mi amor sea correspondido. Pero cuando veo que esos problemas están superados porque te toca alguien con el que quieres compartir el todo, ves que se unen otros como la necesidad constante de ser egoísta y querer que sólo esté contigo, la necesidad de que sea tu mundo y de que para él tu también lo seas. Mi mundo antes de conocerte era tan pequeño, tan descolorido que ahora no hago más que temer que crezca y crezcas tanto sin mí, de no ser capaz de seguirte el ritmo, de que yo no pueda dar más de mí. Esta sensación de que todo va mal dentro de mi cabeza, de que soy un una anomia sin control, de que mi consciencia va cayendo en el auténtico vacío, no deja de azotarme ferozmente. 
 La sensación que más me duele es la de necesitarte tanto, tantísimo y ver que tu eres capaz de no necesitarme porque eres más fuerte que yo. Y me quemo. Y me voy quemando a cada idea que pasa por mi cabeza. Y el corazón se va estrangulando un poco más, y se va asfixiando a causa de este maldito dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario