Sentir que se acerca el final de una etapa, sentir que se acerca  el final de quien soy, de quien he sido y que nunca volveré a ser. Sentir que todo por lo que me he caracterizado se ha transformado en polvo, se ha volitizado con paso de los años. No encuentro la manera en la de ser feliz, sin romper las ataduras, la máscara que tanto me ha costado crear. No veo más salida a este dolor que la de romperme de nuevo para construirme después, sin miedo, sin dolor, sin pena, sin desconfianza.

Con el paso de estos años me he vuelto débil, sin valor. Ya no soy la leona que fui, que rugía cuando la hacían infeliz, ya no queda rastro de ese felino en mí. Me atormentan las pesadillas, las imágenes que nunca debí reprimir, me persiguen todos los malos recuerdos, las malas experiencias y no sé cómo hacer frente a tanto sufrimiento.

Noto como me apago, me ahogo lentamente sin que nada ni nadie pueda salvarme, nadie puede ayudarme. Estoy sola. Completamente sola en esta espiral de autodestrucción..

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