Se esforzó por respirar cuando cayó en la cuenta de que jamás podría decirle: "Intentémoslo y veamos si funciona". Porque una vez que tomaran la decisión no habría vuelta atrás.
Grace tragó saliva y deseó ser capaz de ver el futuro, como Selena. Pero incluso su amiga se equivocaba a veces. No podía permitirse una equivocación. Julian no se lo merecía.
No, tendría que haber otra razón de peso para que él se quedara. Él tendría que amarla tanto como ella lo amaba.
Y eso era tan probable como que el cielo se derrumbase sobre la tierra en los siguientes diez minutos.
Cerró los ojos y se encogió ante la cruda verdad. Julian jamás podría ser suyo. De una forma u otra, tendría que dejarlo marchar.
Y eso acabaría con ella.
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