El final siempre supone un nuevo comienzo pero eso no quiere decir que no sea fácil volver a empezar.
Conociendo la historia de dos buenos amigos que estuvieron juntos y, por desgracia, ya no lo están, me he dado cuenta de que el amor ideal no existe. Hay que dejar de fantasear con amores de por vida, o amores de película. Hay que pensar más que en lo que nos perdemos entre fantasías de amor y de romanticismo platónico, hay un amor real que nos espera, que nos incita a conocer realmente "¿Qué es el amor?". Y si tuviésemos menos miedo a la realidad que a la fantasía seríamos capaces de darnos por completo, de no tener tanto miedo al futuro y a las fechas de caducidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario