Momentos.

Con cada intento de acercarme logro asustarle un poco más, con cada intento de ser algo que no soy, acabo haciéndome daño y haciéndole daño.
Con cada, te amo, surge una nueva duda, con cada te echo de menos, surge una nueva necesidad.

Con cada soy feliz contigo me atemoriza el a convertirme en aquello que más odio. Y poco a poco, el corazón duele más. Y no hablo en sentido metafórico, literalmente duele sentir que todo lo que tocas acabas estropeándolo, acabas quemándolo con tu mierda de personalidad y tu miera de dramatismo. A pesar de que soy gilipollas, me toca ser fuerte y hacer de mí una piedra indestructible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario