Los días pasaban sin que ella pudiese detener el tiempo y parecía que las noches eran el único refugio en el que poder esconder todo el dolor que tenía dentro. No había forma de hacerle entender que se ocultaba tras una máscara de bienestar para que nadie se preocupase ni pensase en que tenía un problema. Cada noche, antes de acostarse miraba a través de la ventana y se prometía a si misma que algún día cambiaría el paisaje, algún día escaparía sin dejar nada tras de sí porque quería ser un fantasma, quería ser humo y agua para no tener que verse obligada a querer a personas que no la querían."

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