Cada mes que pasa me cuesta buscar una palabra nueva para definirte. Para definir la perfección que supone tu rostro, para definir la hermosura de tus labios, para definir la profundidad y seducción que causan tus ojos, para definir cada poro de tu piel, para definir el tacto terciopelado que supone tu piel. Para definirte por completo. Cada mes que pasa la originalidad va menguando pero mis sentimientos van aumentando. Creo que ya no es necesario decirte lo especial que eres, la magnificencia que supone acostarme a tu lado mientras miro hondamente tu alma. Creo que no es necesario porque me es más fácil demostrártelo con caricias, besos, pequeños mordiscos, cosquillas, mediante risas y sonrisas, mediante todo mi cuerpo intento demostrarte lo único que resultas, lo único que eres. Porque, como tu me dijiste una vez, eres un extraterrestre. Un ser hecho de materiales forjados a partir de retazos de mis sueños, un ser tan extrañamente irresistible que no puede ser de este planeta.
Nueve meses no son nada en comparación de una vida entera, pero mi vida entera puede resumirse en estos nueve meses. Porque tu eres el universo en el que habito, mis satélites son tus sonrisas, mis anillos tus manos, mis estrellas tus ojos, mi sol tu cuerpo por entero y mi luna tu alma y corazón.
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