No me importaría que el mundo no me creyese.
Ni granjearme enemigos a mi paso.
Ni recibir bofetadas de realidad.
Ni acoger en mi fuero interno el odio que tanto me profesan.
Ni admitir los errores del pasado.
No me importaría en absoluto que el mundo no tuviese fe en mí.
Ni que me dieran la oportunidad de darme a conocer.
Porque lo único que me importa es lo que creas, sientas
y pienses tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario