Hace cuatro días que nos dijimos adiós de forma definitiva. Nos abrazamos y nos besamos por última vez a sabiendas de que jamás volverían esos momentos.
Han sido tres años tan maravillosos y especiales que ahora cualquier relación que pueda llegar tener me va a saber a poco. Porque me quisiste como jamás nadie me había querido, me amaste con tal intensidad que hiciste que mi refulgiese de alegría y de amor. Me recompusiste con cada te amo, te adoro, te quiero; me besaste el alma y llegaste hasta mi corazón como jamás nadie había llegado. Y es por eso que te agradezco todo lo que has hecho e hiciste por mí.
Me hiciste la mujer más feliz del mundo y a pesar de que nuestros caminos se hayan separado, mi corazón siempre estará unido al tuyo de alguna que otra forma. No me malinterpretes, no sigo enamorada de ti, solo intento despedirme cerrando una etapa de mi vida en la que fui inmensamente feliz. Ahora me toca ser fuerte, seguir hacia delante sin ti luchando codo a codo conmigo. Pero no es algo malo, sigues en mi vida, sigues queriéndome con tal intensidad que haces que sea muy feliz.
Eres lo mejor de mi vida, lo más grande que he conocido y te quiero con todo mi corazón. Gracias por cada vivencia, cada sentimiento, cada caricia, has hecho de mí alguien con fuerza y tenacidad. Te agradezco todo que hiciste por mí, y cada cicatriz que me has curadomeme ha servido para dejar de sentirme prisionera de mi pasado. No son solo palabras, es un sentimiento de esperanza rl que acompaña. Gracias a ti voy a luchar por encontrar una persona que me merezca y que sea mucho mejor.
Pero tú, que lo has sido todo, seguirás siendo ese gran amor de libro que jamás volveré a encontrar pero que lucharé por buscar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario