Ese dolor de pecho que te provoca pensar en nada es igual y que todo ha cambiado. Quizás sus besos se han cansado, se han hartado de estos insulsos labios. Y su mirada antes llena de expectativas y de ilusión han ido diluyéndose con el paso del tiempo. Ya no hay intensidad en su mirada, ya no hay ese "algo" del que yo tanto me jactaba.
Y quizás es por eso que las dudas se acrecentan, anidan en mi corazón. Me lastima pensar que le estoy alejando por no ser capaz de ser la chica de quien él se enamoró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario